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Gante

Visitamos… GANTE

La ciudad de las tres torres

¡Bonjour Viajer@s! Hoy visitamos Gante. El nombre de la ciudad proviene de cuando los celtas ocuparon esta región y la llamaron Ganda (donde se cruzan dos ríos, en céltico). Y es que en Gante se juntan el Escalda y el Lys. Y como antes no había autopistas y se usaban los ríos para el transporte, desde siempre Gante ha sido un lugar perfecto para el comercio. Los primeros que vieron el negocio fueron los romanos, que fundaron la ciudad (Obélix dice que los romanos estaban locos, pero también era muuuuy listos). Aunque de aquella ciudad romana no queda absolutamente nada, porque los vikingos la arrasaron en el siglo IX. Si los romanos eran listos, los vikingos eran un poco brutos.

Gante es conocida como la ciudad de las tres torres: la torre de la Catedral de San Bavón, la Torre Belfort y la torre de la iglesia de San Nicolás.

CATEDRAL

La Catedral tardaron 500 años en acabarla. Fueron con la calma. Cada vez la iban haciendo más y más grande. Dentro hay un montón de obras de arte famosas, como el altar barroco o una pintura de Rubens, pero la más famosa es el Cordero místico. No, no es una oveja que hace yoga. ‘La adoración del cordero místico’ es un políptico de Jan van Eyck. Nosotros no pudimos verlo porque justo ese día estaba cerrado, pero vimos una reproducción en pequeño y el chico del free tour nos explicó un montón de historias sobre este cuadro.

El Cordero místico es el cuadro más robado de la Historia. Los primeros en robarlo fueron los soldados de Napoleón, que lo desmontó y expuso una parte en el Louvre. Durante la Segunda Guerra Mundial, el cuadro acabó en la mina de sal de Altaussee, en Austria, donde Hitler escondía sus obras de arte. Al perder la guerra, Hitler quiso hacer explotar la mina y destruir todas las obras, pero por suerte los mineros no le hicieron caso. Pero el más famoso fue el robo de 1934, cuando un desconocido se llevó dos paneles. Uno lo devolvió. El otro, como la iglesia no quiso pagar rescate, sigue en paradero desconocido. O sea, que la historia del Cordero místico parece una peli de Indiana Jones
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TORRE BELFORT

La segunda torre medieval de Gante es el campanario, la torre Belfort. Mide 91 metros, uno más que la torre de la Catedral. Con eso querían dejar claro que el poder civil estaba por encima del religioso. Esta torre servía para anunciar la hora y hacer avisos, pero también como torre de vigilancia y para guardar los tesoros de la ciudad. De sus campanas, la más famosa es la Roland, que avisaba a la gente cuando se acercaba el enemigo. Ah, y si miráis la punta del campanario, veréis un pequeño dragón dorado, que por lo visto es el guardián del edificio. Mucho edificio para un dragón tan chico.

Al lado del Belfort, está la Lonja de Paños, donde estaba el mercado de tejidos, industria que hizo a la ciudad rica en la Edad Media. Y en una esquina de la lonja está la Casa del carcelero, famosa porque en su fachada está el relieve del Mammelokker. En él se ve a una joven amamantando a un anciano y, según explica la leyenda, Cimón fue un prisionero condenado a morir de hambre en la cárcel. Podía tener visitas, pero no le podían traer comida. Su hija iba a verle y no le llevaba comida, pero lo amamantaba de su pecho para que sobreviviera
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IGLESIA DE SAN NICOLÁS

Y la tercera torre es la de la Iglesia de San Nicolás, construida en el S XIII. Se llama así ya que era del gremio de los comerciantes y su patrón era San Nicolás. Hace poco han acabado de restaurarla porque había sufrido muchos ataques. Incluso durante la Revolución Francesa, destrozaron todo su interior y se usó de cuadra de caballos. ¡La peste a boñiga de caballo era divina! (chiste malo)

CASTILLO DE LOS CONDES DE FLANDES

Es curioso porque te lo encuentras en el centro de la ciudad y está muy bien conservado. Tiene un foso que lo rodea, pero no vimos a los cocodrilos jejeje. Nosotros no entramos porque dentro hay un museo de instrumentos de tortura y nos dio un poco de yuyu, Delante del castillo está la plaza Sint-Veerleplein donde explican una historia curiosa. Dicen que allí se ejecutaba a los condenados. Para olvidar esa historia negra, conectaron el alumbrado de la plaza con el hospital de Gante, y ahora, cada vez que nace un bebé, las luces parpadean. Nosotros estuvimos esperando un rato, pero por lo visto no nació nadie.

Paseando por Gante, no paras de encontrarte con edificios chulos, como la Metselaarshuis (casa del Gremio de los albañiles), que encima de su fachada tiene las estatuas de unos bufones que están como bailando, o las lonjas del pescado y la carne. También es muy curioso el Ayuntamiento, que está hecho como de parches. Una parte de la fachada es gótica y otra moderna, y las dos se separan con una tubería pintada con rayas blancas y azules. ¿Son los colores de la ciudad? Pues no, son los colores del equipo de fútbol.

Si en Brujas hay un montón de cisnes en los canales, en Gante, están en las fachadas. Si miráis en la fachada del Hotel Marriott, hay dos grandes cisnes dorados que están dándose la espalda. ¿Están enfadados? No. Ésa era la manera de anunciar que aquel edificio era un prostíbulo. Los cisnes son animales muy fieles, que sólo tienen una pareja y además, si pones dos cisnes cara a cara, formas un corazón. Así que, si les das la vuelta, todo lo contrario.
 

En Bélgica les encanta el arte urbano. Si Bruselas es famosa por sus murales de cómic, en Gante podemos encontrar la Werregarenstraatel callejón de los grafitis. Pintar en sus paredes no es delito, así que siempre encontrarás a alguien con el spray en la mano. Y lo más curioso es que el aspecto del callejón va cambiando constantemente, porque los grafiteros van pintando unos encima de otros.

Otro de los iconos de la ciudad es el cañón Dulle Griet (‘Margarita la Loca’), un gran cañón rojo que pesa 12.500 kilos y que defendió la ciudad durante el asedio que recibió en el S.XV. Bueno, defender la defendió poco, porque explican que nunca se llegó a disparar. Ahora está tapado para evitar que se use de papelera y que la gente se meta a dormir.

En Gante han nacido sobre todo… muchos ciclistas, pero el gantés más famoso de todos es Carlos I de España y V de Alemania, hijo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso y nieto de los Reyes Católicos. Con esa herencia, Carlos llegó a ser el monarca más poderoso de la época. Aunque en Gante tampoco le tienen mucho cariño, sobre todo por la Revuelta de Gante de 1539. El pueblo estaba harto de que el rey le subiera los impuestos para pagar las guerras que hacía en otros países. Pero ya hemos he dicho que Carlitos era muy poderoso. Así que llegó a Gante con su ejército y los rebeldes se tuvieron que rendir sin pelear. A algunos los ahorcó y al resto, para humillarlos, les hizo pasear por las calles, descalzos, sólo con una camisa y una soga en el cuello. Por eso, desde entonces, los ciudadanos de Gante se llaman a sí mismos los Stroppendragers, los portasogas. En algunas fachadas se pueden ver sogas colgando y cada mes de julio se hace el festival Gentse Feeten, y se repite la caminata en recuerdo a los rebeldes. 

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PLATOS TÍPICOS / El plato nacional belga son los mejillones con patatas fritas. Los mejillones nos lo saltamos, pero las patatas sí quisimos probarlas, y en Gante comimos unas con estrella Michelin. El chef holandés Sergio Herman ha abierto Frites Atelier, un restaurante donde el plato estrella son las patatas fritas y la verdad es que están buenísimas. Para los golosos, Bélgica es el paraíso del chocolate, pero en Gante tienen otro dulce típico: los cuberdon (también les llaman neuzeke, ‘nariz pequeña’). Son unas golosinas con forma de cono que dentro tienen sirope de frambuesa. 

Y aunque no os guste la cerveza, tenéis que hacer una visita a la Cervecería Dulle Griet. Tienen más de 500 tipos de cervezas, pero hay una que te dejará descalzo. Y es que si te pides una Max van het luis, tendrás que dejar un zapato como fianza. El camarero lo pondrá en una cesta y lo subirá hasta el techo, mientras toca una campana para que se entere todo el bar. Y es que esa cerveza se sirve en una copa gigante muy chula, que la gente se llevaba a casa. Ahora, si te la llevas o la rompes, ya sabes que vuelves descalzo.

FECHA DEL VIAJE
Julio 2019

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