cabecera los viajes de luskisito
Reserva Africana de Sigean

Visitamos… SIGEAN

Un trocito de África en Francia

¡Bonjour viajer@s! Justo al lado de nuestra casa, hace años que hay un cartel gigante de la Reserva Africana de Sigean, con la foto de un león. Así que, después de tanto tiempo viendo el cartel y como el presupuesto familiar no da para un safari de verdad por el Serengeti, decidimos ir a Sigean, que está en Francia, pero muy cerquita de la frontera.

Ya sabemos que hay mucha gente que está en contra de estas reservas (o zoos). Nosotros aún no sabemos qué pensar. En el parque también te dicen que hacen un gran trabajo para preservar la especie. Así que, dejamos ese debate para otro día.

La gracia de la Reserva de Sigean es que hay un trozo que la visitas con tu propio coche. Es chulo pasear entre jirafas, gacelas, antílopes… Cuando pasas por la zona de los rinocerontes y los leones te da un poco de canguelis porque los ves tan grandes y tan cerca. Aunque he de decir que a Luski los animales que le asustaron más fueron las avestruces. Nos rodearon el coche y se pusieron a mirar por los cristales. Y la verdad es que, vistas de tan cerca, son feas como para asustar. Luski estuvo a punto de meterse en el maletero.

El recorrido que haces en coche está como dividido en cuatro zonas. Primero cruzas la Sabana, con las cebras, gacelas, ñus, fagoceros (como el Pumba de ‘El Rey León’), avestruces o los imponentes rinocerontes. Después pasas por la Maleza, con antílopes, búfalos, impalas, jirafas… y más avestruces.

A partir de aquí, llegan los animales estrella: los osos y los leones. Los osos son del Tíbet y, si no están muy perezosos, los ves. A nosotros se nos plantó una familia de osos delante del coche y tuvimos que esperar a que los señores se apartaran. Cuando fuimos había muchos oseznos, que son tan cuquis…

Y la última zona es la de los leones y las leonas. Estos se pasan el día descansando debajo del árbol, como posando para hacerles una foto. Claro, como no tienen que ir a cazar que les traen el buffet, pues no se mueven demasiado. Hay como una valla que los separa de los coches. Mejor, que tienen cara de enfadados.

Cuando acabas el recorrido con el coche, empieza la visita a pie. Es como un zoo, pero los animales tienen muuuucho terreno para moverse y la vegetación y la decoración te hace creer que estás en África (pero con menos calor). Del recorrido a pie, lo que más nos gustó fue la zona de los chimpancés, el estanque de los flamencos y los suricatas (Timón, el amigo de Pumba). También hay una zona para poder tocar algunos animales como una cabra que se entretuvo en comerle los botones del pantalón a mi padre. 

La visita a Sigean mola y, si te llevas una cámara con un objetivo grande, puedes hacer fotos muy chulas y luego puedes decir que has estado de safari en África jejejeje. A mi abuelo le gustaban mucho los animales, pero siempre decía que le daba miedo ir a Sigean por si un elefante se le sentaba en el coche. A ver… riesgo hay porque están sueltos pero no vimos más peligro que te diera un susto una avestruz.

Menú losviajesdeluskisito.com

Cuando entras a la reserva, lógicamente vas con ganas de entrar a la zona de los animales sueltos, la que vas en coche. Pero todo el mundo piensa lo mismo y acaba habiendo una caravana de coches parados, buscando unos animales que están escondidos. Un truco. Volver a hacer la ruta en coche, cuando todo el mundo está comiendo o descansando. Nosotros lo hicimos así y estábamos casi solos. Y vimos muchísimos más animales. Que están acostumbrados a ver coches pero cuando hay tantos también se agobian.

FECHA DEL VIAJE
Agosto 2010 y Agosto 2019

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *