¡Bonjour viajeros! Si os preguntamos de qué os suena Le Mans, suponemos que la mayoría diríais de la carrera de coches, las famosas 24 horas de Le Mans. Nosotros era lo único que conocíamos, pero alucinamos al descubrir que Le Mans tiene una de las ciudadelas medievales mejor conservadas.
Pasear por el casco histórico, la Cité Plantegenêt, con sus calles empedradas y casas con entramados de madera, es como hacerlo por el decorado de una peli. Y es que en Le Mans se han grabado pelis como ‘Cyrano de Bergerac’, con Gerard Depardieu, o ‘El caballero de la máscara de hierro’, con Leonardo DiCaprio. Es increíble que muchas de esas casas aún se mantengan en pie. No recuerdo dónde leí que las piezas de estas casas de madera las preparaban en un taller y la casa se montaba en dos o tres semanas. ¡Pa flipar!
Una de las casas más famosas es la Maison Suspendue (Casa Suspendida). Es una casa pequeñita que parece que esté volando. Si os fijáis bien, veréis que en una de sus ventanas hay un osito de peluche como saludando. La imagen es entre tierna y de peli de miedo, pero en verdad el oso está para recordar una famosa foto que se hizo allí en la que aparecía una niña con su peluche. Pero ya os digo que, si paso por la noche, yo me cago con el osito.
Le Mans está rodeada por una muralla romana, construida entre los siglos III y IV, pero el edificio más emblemático de la ciudad está al otro lado del muro: la Catedral de Saint Julien. Es gigante, una de las más grandes de Europa y, por lo visto, es tan impactante por fuera como por dentro. Nosotros llegamos por la tarde y ya no se podía entrar. Así que nos perdimos sus famosas vidrieras (en todos los sitios hablan de la de la Ascensión) y una pintura de 47 angelitos músicos que hay en el techo (menuda banda celestial). Nada, nos tuvimos que conformar con buscar las imágenes en Google.
Lo que sí pudimos ver junto a la catedral es un menhir prehistórico, de más de cuatro metros de alto, que por lo visto tiene poderes mágicos. Dicen que si lo tocas da buena suerte y si metes el dedo en el agujero que tiene, te quedas embarazada. Mis padres dijeron que con dos hijos ya tenían bastante y que pasaban de meter el dedo. Que las leyendas son leyendas pero y si…
Si vais por a Le Mans en verano, tenéis que hacer tiempo para que oscurezca y poder ver ‘La Noche de las Quimeras’. Es un espectáculo de mapping que hacen sobre algunos de los edificios más famosos y es muy chulo. Las piedras toman vida y se explican las leyendas de la ciudad.
PLATOS TÍPICOS / Uno de los productos típicos de Le Mans es la Rilette, que es como una mezcla de paté con chicharrones. O sea, algo muy suave y ligero. Te comes un poco de eso y tienes que estar corriendo una hora para quemarlo.
FECHA DEL VIAJE
Julio 2015
