Visitamos… MÓDENA

Pavarotti, Ferrari y Aceto Balsámico

¡Ciao viajer@s! Módena es la ciudad de Pavarotti, de Ferrari y sobre todo, del aceto balsámico, que no tiene nada que ver con el vinagre de Módena que compramos nosotros (ni en el sabor, ni en el precio). Las primeras referencias son de hace más de mil años, pero no lo usaban sólo para las ensaladas de aguacate y queso de cabra. En la Edad Media, se usaba como desinfectante (qué manera de malgastarlo) y posteriormente como brebaje milagroso para curar todos los dolores. Si es el tradizionale, lo podréis distinguir por el precio (a partir de 60 euros la botella) y porque todas las botellas, de todas las acetaias (empresas vinagreras), son iguales, de sólo 100 ml y con un diseño de Giorgetto Giugiaro, que, además de botellas de aceto, también diseñaba coches, como algún Ferrari o el DeLorean de Regreso al futuro.

De Luciano Pavarotti, en Módena se puede visitar su Casa Museo (web oficial). Allí vivió y murió el tenor y está llena de recuerdos del artista (vestuarios, fotos, premios…). Es una casa con jardín y en la fachada hay un retrato muy chulo. La casa está un poco lejos del centro de la ciudad. En el centro, sí podréis encontrar una estatua de Pavarotti junto al teatro de ópera que lleva su nombre.

Si os gustan los coches, Módena es vuestra ciudad. Allí nació Enzo Ferrari, el creador de la marca del cavallino rampante. Hay dos museos dedicados a sus coches: uno en Manarello, donde está la fábrica Ferrari, y otro en la casa donde nació Enzo (web oficial). A nosotros no nos gustan especialmente los coches (menos el nuestro), así que decidimos saltarnos las visitas ferraristas.

CATEDRAL

Dicen que a la tercera va la vencida. Pues en Módena es verdad, porque la Catedral es la tercera iglesia que se construyó en el mismo sitio para albergar el sepulcro de San Geminiano, el patrón de la ciudad (ahora se puede ver en la cripta). Dicen que la elección del arquitecto se debió a una inspiración divina milagrosa y el escogido fue Lanfranco, que llamó a un colega suyo, el escultor Wiligelmo de Módena, y juntos hicieron una pareja perfecta, porque la catedral se convirtió en una de las construcciones románicas más importantes de Europa.

La puerta principal está llena de esculturas sobre el mundo espiritual del hombre medieval, las historias de Adán y Eva, Caín y Abel, el Arca de Noé… La Porta dei Principi (la que da a la Piazza Grande) explica la historia de San Geminiano. Y la Porta della Pescheria (Puerta de la Lonja), que tiene esculpido en sus marcos los trabajos agrícolas que representan los doce meses del año.

TORRE GHIRLANDINA

Junto a la catedral, podemos ver su campanario, la Torre Ghirlandina, que se ha convertido en el símbolo de la ciudad. El nombre le viene por dos ghirlande (guirnaldas) de mármol que hay en la cima de la torre, aunque también existe una teoría que dice que se lo pusieron unos judíos exiliados de Sevilla porque les recordaba la Giralda. Y para celebrar el bautizo, luego fueron a tomarse un vino y pescaíto frito.

Aunque se construyó como campanario, durante muchos años ha tenido una importante función cívica: sus campanas marcaban el tiempo de la vida en la ciudad, anunciaban la apertura y cierre de las puertas de las murallas, avisaban si venía el enemigo… y en la torre se guardaban los documentos importantes y los tesoros de Módena.

PIAZZA GRANDE

Esta plaza es la más importante de Módena desde su construcción en el siglo XII. En ella, además de la Catedral, también está el Palazzo Comunale, que alberga el ayuntamiento y donde guardan la Secchia rapita, un cubo de madera (como los de sacar agua de un pozo), que recuerda a los habitantes de Módena una gloriosa victoria contra los boloñeses en 1325. En la esquina del edificio del Palazzo se encuentra la estatua de la Bonissima, la figura de una mujer que protege a la ciudad desde lo alto e incluso le han puesto una concha como si fuera un paraguas para que no se deteriore con las inclemencias del tiempo.

En la plaza también está la Pietra Ringadora (piedra arengadora), que parece la mesa del merendero de los Picapiedra, pero, en verdad, es como un escenario desde donde se podía arengar libremente al público. También era el lugar de ejecuciones y castigos públicos. Dicen que los que debían dinero, para no ir a la cárcel, los días de mercado tenían que raparse la cabeza, dar tres vueltas a la plaza y cada vez que pasaran por la piedra sentarse (sin pantalones). No era para descansar, sino porque estaba cubierta de trementina (una especie de disolvente natural).

PALACIO DUCAL

Como dice el nombre, es el palacio donde vivían los Duques de Módena, que ahora se ha reconvertido en la Academia Militar. Este palacio barroco fue uno de los edificios residenciales más importantes de la Edad Media en Italia. Se construyó donde estaba el antiguo castillo de la ciudad, fuera de las murallas. Hasta que uno de los duques decidió mover las murallas y así no se quedaban aislados.

IGLESIA DE SAN AGUSTÍN

Cuando pasas por la puerta de esta iglesia, no te esperas lo que hay en su interior. Con esa fachada de ladrillo, pensábamos que era una iglesia de barrio, sencilla. Pues no. Como en ‘La Bella y la Bestia’, la belleza está en el interior. Y es que a partir del siglo XVII, la familia Este (los duques que mandaban en Módena) escogieron esta iglesia para celebrar los funerales familiares. Además, cada vez que se moría uno, iban incorporando nuevos elementos decorativos. Y no ponían coronas de flores o rosas de plástico del bazar. No, llenaron San Agustín de estatuas y pinturas de reyes, santos, papas… todos vinculados a la Casa de Este y hechos por los mejores artistas de la época. No hay como tener dinero.

Si tenéis tiempo, otras posibles paradas en Módena son:
– Museo della Figurina (web oficial) Museo dedicado a los cromos, porque la fábrica Panini es de Módena. Si vais, preguntad por qué nunca se pueden acabar las colecciones y, sobre todo, por qué ahora son tan caros.
– Galería Estense (web oficial) Museo de bellas artes que reúne las colecciones de los duques de la Casa de Este, que gobernaron durante el Renacimiento los ducados de Ferrara y Módena.
– Sinagoga (web oficial) Se encuentra en el centro del antiguo gueto judío de la ciudad.

PLATOS TÍPICOS / Hay dos cosas muy típicas, los gnoccos frittos (empanadilla frita sin relleno) y los tigelles (par redondo plano para comer relleno o acompañar el embutido). De los platos de pasta, son famosos los tortellini con caldo. Y de postre, zuppa inglese (bizcocho con crema pastelera y licor) o crostata di amarene (tarta con cerezas).

¿DÓNDE COMER? / Os recomendamos una pizzería, Mitomato. Buena comida y buen precio.

Como en la mayoría de ciudades italianas, el centro de Lucca es ZTL (Zona de Tráfico Limitado). Así que olvidaros de circular por esa zona. Podéis aparcar gratis en Viale delle Rimembranze 29, Piazzale Risorgimento 33 o Viale Virginia Reiter 151.

FECHA DEL VIAJE
Agosto 2022