¡Ciao viajer@s! En nuestro viaje entre Turín y Milán, decidimos hacer parada en Novara. No teníamos mucho tiempo y sabíamos que su centro histórico era rápido de recorrer, y que era una mezcla de edificios diferentes épocas de la historia. Y, sobre todo, queríamos conocer la iglesia más de Italia.
BASÍLICA DE SAN GAUDENZIO
Según te vas acercando a Novara por la carretera, se puede ver cómo sobresale del perfil de la ciudad la cúpula de la Basílica de San Gaudenzio. Mide 121 metros, que, si le sumamos los 5 metros del Cristo dorado que hay en la punto (¡pedazo de Cristo!) hace un total de 126 metros y le dan la medalla de oro entre las iglesias más altas de Italia. En el concurso de altas no juega San Pedro porque está en el Vaticano, que es otro país.
La cúpula es obra de Antonelli (el de la Mole de Turín) de finales del siglo XIX, aunque la basílica la hicieron mucho antes. A finales del XVI querían construir una iglesia y, como tenían dinero, decidieron usar el impuesto de la carne. O sea, de cada trozo de carne, ya fuera muslo o pechuga, se tenía que pagar un impuesto, y con ese dinero, más alguna aportación de los fieles de la época, se pudo pagar la basílica. En un primer momento, el campanario se puso en el interior de la iglesia, pero el movimiento de las campanas ponía en peligro la estabilidad del edificio, así que, para evitar peligros, decidieron hacer una torre independiente.
Del interior de la basílica, lo más famoso es el antiguo compás gigante (11 metros de largo) con el que Antonelli diseñó la vuelta para sostener la cúpula. Explican que este Antonelli era muy avispado y, a pesar de ser muy alta, repartió muy bien el peso de la cúpula para que fuera muy estable. Este le podía haber dado unas clases o los de la Torre de Pisa.
- Entrada: gratuita
- Horario: todos los días (8h a 12h y 14.30h a 19h)
CATEDRAL
La catedral de Novara, o Catedral de Santa Maria Assunta, que así se llama, parece un templo romano. Sorprende por las enormes columnas de su fachada, que sostienen el frontón triangular (que se note que hemos estudiado los templos romanos). También es obra de Antonelli, que, después de hacer la cúpula de San Gaudenzio, tenía un poco de tiempo y diseñó la catedral, ya que la antigua, una del siglo XI que estaba en el mismo solar, decidieron derruirla. Sólo mantuvieron un mosaico del prebisterio y la capilla de San Siro (el del campo del Milan). También mantuvieron el Baptisterio, que está justo enfrente de la catedral y que es paleocristiano (s.IV) y del que aún se conservan algunos frescos de sus paredes.
- Entrada: gratuita
- Horario: todos los días (7h a 12h y 15h a 18h)
CASTILLO
Este castillo lo mandó a construir Francesco Della Torre, Rector y Príncipe de Novara, y, para ahorrar ladrillos, decidió ponerse en una esquina de las murallas y así se sólo tenía que levantar dos paredes (un tío listo este Della Torre). El castillo era su residencia privada, pero, con el paso de los años, ha sido de todo: prisión, teatro de ópera, sede de Correos… incluso hubo un plan para derrumbarlo por completo. Por suerte, esta última opción no triunfó y ahora es museo de la ciudad. Pero lo que nos interesó del castillo no fue su arquitectura ni sus jardines (que no nos gustaron especialmente) sino la leyenda que lo acompaña, la leyenda del caballo de oro.
Explican que Ludovico Sforza, un noble de la época, encargó una estatua de oro macizo a Leonardo da Vinci. No se sabe si de tamaño natural o en miniatura. Para que nadie se la robara, decidió esconder la estatua en algún rincón del castillo. Y, aunque han sido muchos los que han intentado buscarlo, el caballo (si existe) sigue escondido. Incluso dicen que unos españoles intentaron comprar todos los ladrillos para tener derecho a buscar el tesoro.
BROLETTO
Es un conjunto arquitectónico de origen medieval, compuesto por cuatro edificios: el Palazzo del Comune, el Palazzo dei Paratici, el Palazzo del Podestà y Palazzo dei Referendari. A ver si sois capaces de diferenciar los cuatro. Durante mucho tiempo estuvo cerrado porque intentaron devolverle su imagen original, ya que algún arquitecto iluminado decidió reformarlo e hizo como con el Ecce homo de Borja. Ahora, la plaza es un rincón muy chulo para tomarse un café o ver cine al aire libre en verano.
PLATOS TÍPICOS / El plato más famoso es la Paniscia, una sopa de arroz con verduras y con un embutido típico de la zona, el Salam d’la Duja. En cuanto a los dulces, tenéis que probar los biscottini. Son unas galletas que hacían las monjas, hasta que Napoleón cerró todos los conventos y así las monjas empezaron a compartir la recetas con sus familias. Nosotros los compramos en Camporelli, una tienda que tenía un montón de cosas ricas.
FECHA DEL VIAJE
Agosto 2022
